Título original: Hacia ninguna parte
Autor: Monica Rojas
Traducción: -
Libro: Autoconclusivo
Formato: Electrónico
Páginas:108
Género: Histórica, no ficción
⦔Mi Opinión⦓
Pospuse mucho tiempo la lectura de este libro, en parte porque leer en la plataforma de Edición Anticipada solía ser muy difícil (han mejorado bastante en este aspecto), pero también porque se me fue enfriando el interés. Primero porque paso mucho tiempo entre que pedí el ebook para reseñar y el momento en que instalé la app en mi celular, pero también porque el principio me desanimó bastante.
Verán, las primeras páginas del libro tienen un no sé qué de excesiva simpleza que meh. Y realmente no he podido pensar en una mejor manera de explicarlo, aunque creo que tiene que ver con el corazón mismo de esta novela.
Verán, va de una niña polaca cuya vida es común. Y ya. Vive con su familia, le gusta un muchacho. Hasta que vale madres, como siempre. Pero su historia no es la típica desgarradora como la que suelen contarnos. Ni ella ni su familia acabaron en un campo de exterminio (aunque sí en uno de trabajos forzados en Siberia, que no son papas), ni ella ni su familia escondieron gente en su sótano o algo así. Y no estuvieron cerca de ningún centro de poder para contar esa historia.
Lo que sí pasó fue que Frania vivió la desolación de que te arranquen de tu país y no saber qué está pasando. Mónica Rojas no retrató a una heroína de guerra, porque Frania no andaba pensando en la moral de lo que estaba pasando. Ella estaba ocupada no muriendo. Frania fue una superviviente, y creo yo que como ella fueron la mayoría.
La línea que conecta todo fue al final una especie de moraleja sobre la emigración, porque esto fue clave para la supervivencia de la familia de Frania, y la marcó profundamente.
Entonces, aunque en realidad la narración fue muy sencilla y no puedo destacar Hacia ninguna parte por eso, el hecho de que nos narra la historia de una emigrante sin ponerle adornos, y aún así resaltando la crudeza de su situación, hace que esta lectura sea de valor.
Verán, las primeras páginas del libro tienen un no sé qué de excesiva simpleza que meh. Y realmente no he podido pensar en una mejor manera de explicarlo, aunque creo que tiene que ver con el corazón mismo de esta novela.
Verán, va de una niña polaca cuya vida es común. Y ya. Vive con su familia, le gusta un muchacho. Hasta que vale madres, como siempre. Pero su historia no es la típica desgarradora como la que suelen contarnos. Ni ella ni su familia acabaron en un campo de exterminio (aunque sí en uno de trabajos forzados en Siberia, que no son papas), ni ella ni su familia escondieron gente en su sótano o algo así. Y no estuvieron cerca de ningún centro de poder para contar esa historia.
Lo que sí pasó fue que Frania vivió la desolación de que te arranquen de tu país y no saber qué está pasando. Mónica Rojas no retrató a una heroína de guerra, porque Frania no andaba pensando en la moral de lo que estaba pasando. Ella estaba ocupada no muriendo. Frania fue una superviviente, y creo yo que como ella fueron la mayoría.
La línea que conecta todo fue al final una especie de moraleja sobre la emigración, porque esto fue clave para la supervivencia de la familia de Frania, y la marcó profundamente.
Entonces, aunque en realidad la narración fue muy sencilla y no puedo destacar Hacia ninguna parte por eso, el hecho de que nos narra la historia de una emigrante sin ponerle adornos, y aún así resaltando la crudeza de su situación, hace que esta lectura sea de valor.
¿Ya habían leído una historia así?
⊱Angie⊰
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