Autor: Jane Austen
Traducción: Roberto Mares
Libro: Autoconclusivo
Formato: Tapa blanda con solapas
Páginas: 544
Género: Ficción, Romance
Sinopsis: A Jane Austen le cabe el honor de haber sido considerada la primera escritora de importancia y haber sido inserta en los cánones de la literatura inglesa, donde aparece como predecesora de una verdadera pléyade de mujeres escritoras que dieron a la literatura inglesa del siglo XIX un decidido "toque femenino" - lo que más bien se entendería como "feminista" - pues es por medio de la literatura que la mujer encuentra el medio idóneo para dibujar y discernir su propio ser como algo complejo y trascendente en medio de la dinámica intelectual de la época victoriana, donde la mujer era concebida más bien como una entelequia, un estereotipo social perfectamente claro y definido, pero carente de sustancia intelectual o mental; un ser dominado por pensamientos simples y sentimientos también elementales, como pudiera ser esa mezcla típicamente inglesa de sentimientos que son el orgullo y el prejuicio, que es precisamente el título de la novela de Austen que presentamos aquí y que fue escrita antes del ascenso al trono de la famosa reina Victoria.
Austen se procuraba a sí misma el acceso a lo que necesitaba para escribir lo que quería, independientemente de las limitaciones de la época; especialmente en la última década del siglo XVIII, cuando, a pesar de graves dificultades económicas de la familia, la creatividad de Austen fue extraordinaria, escribiendo las primeras versiones de tres de sus mayores novelas: La abadía de Northanger, Sentido y sensibilidad, y Orgullo y prejuicio.
Austen se procuraba a sí misma el acceso a lo que necesitaba para escribir lo que quería, independientemente de las limitaciones de la época; especialmente en la última década del siglo XVIII, cuando, a pesar de graves dificultades económicas de la familia, la creatividad de Austen fue extraordinaria, escribiendo las primeras versiones de tres de sus mayores novelas: La abadía de Northanger, Sentido y sensibilidad, y Orgullo y prejuicio.
No sé muy bien cómo va a salir la reseña porque este libro fue dos en uno, con libros de la misma autora y que además son muy similares. Pero bueno, haré algunas comparaciones entre ambos y algunos comentarios individuales.
Orgullo y prejuicio fue el libro elegido para la lectura conjunta de un grupo en Goodreads; ya lo había leído hace años, pero no recordaba muchos de los detalles. Sí puedo decir que me gustó entonces y que me gustó ahora, aunque tampoco es como si me hubiera fascinado. Lizzy y Darcy son personajes lindos, pero el resto es muy monocromático. El romance entre ellos no es llamativo, en el sentido de que es todo muy pasivo; pero el hecho de que Lizzy y Darcy no caigan flechados instantáneamente lo salva y le da su sello a la novela.
Con Persuasión fue mi primera vez y no sé si voy a repetir. El estilo de la narración es el mismo, los personajes secundarios tienen papeles similares y son igual de monocromáticos; sólo que está narrado en tercera persona (aunque a veces hay oraciones en primera persona, culpo a la editorial porque el libro está plagado de erratas) y eso le dio una ambientación aún más pasiva. El detalle con Persuasión fue que la protagonista es "una chica buena" y sus sentimientos no son "explosivos". Todo el tiempo que lo leí en mi cabeza sonaba una voz aburrida, leyendo lento y bajito. Osea que para mí acabó siendo un libro así, lento y bajito, tanto en su historia como en sus personajes.
Los personajes. En Orgullo y prejuicio son más vivaces; Lizzy es atrevida y terca, no duda en hacerle frente a quien sea con tal de seguir sus principios. Darcy es igual de firme en sus creencias, sin dejar de lado los buenos modos y la educación. El resto de los personajes no es complejo; por mencionar un par de ejemplos, Jane es tan inocente y amorosa que SIEMPRE piensa lo mejor, Kitty es tan impulsiva y vanidosa que lleva hasta el límite sus caprichos.
En Persuasión sentí que hubo una especie de velo sobre todo, por lo que sus personajes son todos muy moderados. La protagonista es Anne, una chica sencilla y amable, pronta a ofrecerse para ayudar y a ceder para comodidad de los demás. Wentworth es orgulloso, ambicioso y cauteloso en sus relaciones sociales. Aún así creo que superan a los Bennet y compañía en diversidad, porque éstos personajes tenían más facetas, aunque estuvieran atenuadas por la narración.
Cosas comunes en los personajes de ambos libros es que hay algunos papeles que se repiten. Por ejemplo, el señor Elliot es el Wickham de Persuasión porque ambos pretenden a la protagonista por algún motivo egoísta. Mary es la Lydia porque ambas tienen sed de superioridad respecto a sus hermanas, basándose en los privilegios o posesiones de sus maridos.
En la trama también hay algunos elementos comunes. Ambos protagonistas masculinos se alejan de la protagonista y más tarde se aclaran sus diferencias porque le escribieron una carta a su amada. El papá es indiferente a sus propiedades en algún sentido y sólo le importa una de sus hijas. Ambas familias tienen problemas de herencia porque sólo tuvieron hijas y sufren porque su casa va a parar en manos de un primo. También, un factor importante en la reconciliación es que la protagonista se va a vivir un tiempo a un lugar en el que se ve forzada a convivir con el protagonista. Quien tiene un papel activo en la dicha reconciliación es el protagonista, mientras que la protagonista sólo accede...
Ahora, una cosa que me gustó mucho de los libros es el vistazo a la sociedad y a la situación de las mujeres, porque no es lo mismo un libro escrito en 2016 en el que una mujer defienda su intelecto que uno escrito en 1800 en el que haga lo mismo. En estos libros hay mujeres muy sinceras, aunque los personajes no se me hayan hecho muy elaborados. Saben que el matrimonio es algo que forma parte de la vida y no por eso tratan de definirse en función de su papel como esposas o madres, es simplemente algo que pasa y que es natural para ellas, por lo que no hay razón para luchar en ese sentido. Lo interesante de esto es que considero Orgullo y prejuicio y Persuasión como novelas que te enseñan a ser cuidadosa con esas cosas, más que nada porque puede impedirte tomar las mejores decisiones. Esa lección es muy válida en cualquier momento, pero se aplica específicamente a encontrar marido; porque seamos sinceros, en 1800 una mujer necesitaba esposo para mantenerse y no todas estaban en condiciones de trabajar, por su posición o lo que quieran.
Así y todo, en ambos libros se critica la falta de interés intelectual que tenían muchas personas, las mujeres en especial. Y esa es una característica que Jane Austen critica con mucha dureza.
Entonces, estos dos libros son una mezcla curiosa porque son dos perspectivas diferentes de los problemas a los que podía enfrentarse una mujer, viéndose en la tarea de casarse satisfactoriamente, tanto para su futuro económico como social. No es una sorpresa que Lizzy accediera a una vida holgada y Lydia tuviera que verse en la situación de pedirle dinero, porque la lección universal es que hay que evitar ser tonta.
El detalle es que no ofrecen la gran cosa a una persona que no sea para nada romántica o a quien no le interese leer un clásico. Y no es que me disgusten, disfruté muchísimo leyendo Orgullo y prejuicio (aunque no tanto con Persuasión) y ya saben que no soy fanática del género; la prosa de Jane Austen es agradable y de alguna manera sus personajes son divertidos, pero no diría que puede leerlo quien sea y apreciarlo.
Orgullo y prejuicio fue el libro elegido para la lectura conjunta de un grupo en Goodreads; ya lo había leído hace años, pero no recordaba muchos de los detalles. Sí puedo decir que me gustó entonces y que me gustó ahora, aunque tampoco es como si me hubiera fascinado. Lizzy y Darcy son personajes lindos, pero el resto es muy monocromático. El romance entre ellos no es llamativo, en el sentido de que es todo muy pasivo; pero el hecho de que Lizzy y Darcy no caigan flechados instantáneamente lo salva y le da su sello a la novela.
Con Persuasión fue mi primera vez y no sé si voy a repetir. El estilo de la narración es el mismo, los personajes secundarios tienen papeles similares y son igual de monocromáticos; sólo que está narrado en tercera persona (aunque a veces hay oraciones en primera persona, culpo a la editorial porque el libro está plagado de erratas) y eso le dio una ambientación aún más pasiva. El detalle con Persuasión fue que la protagonista es "una chica buena" y sus sentimientos no son "explosivos". Todo el tiempo que lo leí en mi cabeza sonaba una voz aburrida, leyendo lento y bajito. Osea que para mí acabó siendo un libro así, lento y bajito, tanto en su historia como en sus personajes.
Los personajes. En Orgullo y prejuicio son más vivaces; Lizzy es atrevida y terca, no duda en hacerle frente a quien sea con tal de seguir sus principios. Darcy es igual de firme en sus creencias, sin dejar de lado los buenos modos y la educación. El resto de los personajes no es complejo; por mencionar un par de ejemplos, Jane es tan inocente y amorosa que SIEMPRE piensa lo mejor, Kitty es tan impulsiva y vanidosa que lleva hasta el límite sus caprichos.
En Persuasión sentí que hubo una especie de velo sobre todo, por lo que sus personajes son todos muy moderados. La protagonista es Anne, una chica sencilla y amable, pronta a ofrecerse para ayudar y a ceder para comodidad de los demás. Wentworth es orgulloso, ambicioso y cauteloso en sus relaciones sociales. Aún así creo que superan a los Bennet y compañía en diversidad, porque éstos personajes tenían más facetas, aunque estuvieran atenuadas por la narración.
Cosas comunes en los personajes de ambos libros es que hay algunos papeles que se repiten. Por ejemplo, el señor Elliot es el Wickham de Persuasión porque ambos pretenden a la protagonista por algún motivo egoísta. Mary es la Lydia porque ambas tienen sed de superioridad respecto a sus hermanas, basándose en los privilegios o posesiones de sus maridos.
En la trama también hay algunos elementos comunes. Ambos protagonistas masculinos se alejan de la protagonista y más tarde se aclaran sus diferencias porque le escribieron una carta a su amada. El papá es indiferente a sus propiedades en algún sentido y sólo le importa una de sus hijas. Ambas familias tienen problemas de herencia porque sólo tuvieron hijas y sufren porque su casa va a parar en manos de un primo. También, un factor importante en la reconciliación es que la protagonista se va a vivir un tiempo a un lugar en el que se ve forzada a convivir con el protagonista. Quien tiene un papel activo en la dicha reconciliación es el protagonista, mientras que la protagonista sólo accede...
Ahora, una cosa que me gustó mucho de los libros es el vistazo a la sociedad y a la situación de las mujeres, porque no es lo mismo un libro escrito en 2016 en el que una mujer defienda su intelecto que uno escrito en 1800 en el que haga lo mismo. En estos libros hay mujeres muy sinceras, aunque los personajes no se me hayan hecho muy elaborados. Saben que el matrimonio es algo que forma parte de la vida y no por eso tratan de definirse en función de su papel como esposas o madres, es simplemente algo que pasa y que es natural para ellas, por lo que no hay razón para luchar en ese sentido. Lo interesante de esto es que considero Orgullo y prejuicio y Persuasión como novelas que te enseñan a ser cuidadosa con esas cosas, más que nada porque puede impedirte tomar las mejores decisiones. Esa lección es muy válida en cualquier momento, pero se aplica específicamente a encontrar marido; porque seamos sinceros, en 1800 una mujer necesitaba esposo para mantenerse y no todas estaban en condiciones de trabajar, por su posición o lo que quieran.
Así y todo, en ambos libros se critica la falta de interés intelectual que tenían muchas personas, las mujeres en especial. Y esa es una característica que Jane Austen critica con mucha dureza.
Entonces, estos dos libros son una mezcla curiosa porque son dos perspectivas diferentes de los problemas a los que podía enfrentarse una mujer, viéndose en la tarea de casarse satisfactoriamente, tanto para su futuro económico como social. No es una sorpresa que Lizzy accediera a una vida holgada y Lydia tuviera que verse en la situación de pedirle dinero, porque la lección universal es que hay que evitar ser tonta.
El detalle es que no ofrecen la gran cosa a una persona que no sea para nada romántica o a quien no le interese leer un clásico. Y no es que me disgusten, disfruté muchísimo leyendo Orgullo y prejuicio (aunque no tanto con Persuasión) y ya saben que no soy fanática del género; la prosa de Jane Austen es agradable y de alguna manera sus personajes son divertidos, pero no diría que puede leerlo quien sea y apreciarlo.
En resumen, Orgullo y prejuicio / Persuasión son dos libros curiosamente diferentes, porque en realidad tratan el mismo tema de una forma muy similar. Son importantes por lo que representan, aunque los personajes no tengan mucha gracia, y la trama sea muy sencilla y predecible.
Y ustedes, ¿han leído alguno de los libros?
¿Se les antojan?
Angie
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