Autor: George R.R. Martin
Traducción: Cristina Macía, Adela Ibáñez y Natalia Cervera
Género: Fantasía,
Sinopsis: “Ahora hay más reyes en el reino que ratas en un castillo”, afirma uno de los personajes de Choque de reyes. Después de la sospechosa muerte de Robert Baratheon, el monarca de los Siete Reinos, su hijo Joffrey ha sido impuesto por la fuerza, aunque “quienes realmente gobiernan son su madre, un eunuco y un enano”, como dice la voz del pueblo. Cuatro nobles se proclaman, a la vez, reyes legítimos, y las tierras de Poniente se estremecen entre guerras y traiciones. Y todo este horror se encuentra presidido por la más ominosa de las señales: un inmenso cometa color sangre suspendido en el cielo.
En esta novela prodigiosa nada es realmente lo que parece ser. Los protagonistas, trazados con una complejidad asombrosa, son capaces de hacerse odiar o amar desde las primeras páginas. George R. R. Martin, con pulso firme y enérgico, vuelve a ofrecernos un brillante despliegue de personajes en una trama rica, densa y sorprendente. Nos convierte en testigos de luchas fratricidas, intrigas y traiciones palaciegas en una tierra maldita, donde fuerzas ocultas se alzan de nuevo y acechan para reinar en las noches del largo invierno que se avecina.
No sé qué cosas tenga en mente mientras escriba, pero por lo que leo me imagino que la idea es causar un impacto emocional. La forma más común de describir sus libro es violento, o tal vez crudo. Porque es una saga de fantasía que deja de lado los conceptos tradicionales en los que se sustentan los personajes.
Tal vez ya lo he dicho antes, porque es lo que siempre se me viene a la cabeza, pero igual lo repetiré. Esta fue una novela fantástica de esas que tienen dragones y caballeros. Si fuera una novela tradicional, los dragones serían las bestias sin sentido y los caballeros se dedicarían a salvar/proteger jóvenes damas en peligro, estas damas serían frágiles y delicadas, los caballeros serían altos, guapos y fuertes. Los reyes serían bondadosos y justos o crueles y déspotas.
Pero no es una novela tradicional y todo el mundo es una mezcla extraña entre bueno y malo. No hay un solo caballero que sea el ideal de sus votos. No hay una sola dama que sea cándida y perfecta. Los reyes son de todos los colores. Y los dragones son bebés que no pueden asar su propia carne.
Así que pasaré a hablar de los personajes. Esta es una serie con miles de ellos, por lo que sólo hablaré en específico de aquellos que narran capítulos.
Sansa es la primera en hablar después del prólogo. En este libro ya pasó el encanto que tenía Desembarco del Rey, pero sigue siendo ingenua. No la culpo, porque tiene como doce años y toda su vida creyó que todos eran honestos y honorables como su papá. Aún así, su personaje cansa por lo mismo, es dramática y sufre mucho, se la vive pensando en su pobre vida, claro que tenía razones para sentirse así. Joffrey se dedicaba a golpearla y forzándola a "verse bonita".
Tyrion empieza a cambiar de papel en este libro. Sigue siendo el enano borracho que se la vive en el prostíbulo, pero con sus nuevas responsabilidades salen a la luz su ingenio y su interés por el bienestar del reino. También él sufre mucho por su pasado, pero sólo se lamenta por sí mismo en un par de ocasiones. El resto del tiempo es irónico y decidido.
Bran es un niño, aquí empieza a asumir responsabilidades en Invernalia, ya que Robb se va a pelear por su corona y Catelyn está con él. Bran es uno de los personajes que cambia mucho durante el transcurso del libro, porque su vida pasa de un extremo al otro durante la historia. Es adelantarse en la saga, pero decir que da muchas vueltas es poco.
Arya es uno de mis personajes consentidos, a pesar de que realmente no me cae muy bien. Es algo engreída, a la vez que es lastimera. Espero que no sea un spoiler, pero su vida de vagabunda por el reino le da muchas ocasiones para ser una niña, extrañando a su familia y su casa, a la vez que tiene la oportunidad de ser "una bailarina de agua"-o algo así-, sólo que no le sale porque es pequeña y no tuvo tiempo de aprender.
Jon es un favorito de todos los tiempos. En este libro su aventura comienza, vemos cómo se acopla cada vez más a la Guardia de la Noche y a sus responsabilidades con el Comandante Mormont. Sobre todo, es joven y trata de conciliarse consigo mismo. Él es muy importante porque está en el Muro y es ahí en donde el comienzo del fin es más visible.
Catelyn debe ser el personaje que menos me gusta, porque al igual que Sansa se la vive quejándose de su destino y de su condición de mujer, esperando siempre por sus hombres. Lo bueno de ella es que es lista y no se hace del rogar a la hora de actuar. Estoy indecisa sobre si me gusta o no, la mayoría del tiempo gana el disgusto.
Davos es un personaje algo extraño, porque es muy pasivo de alguna manera. Eso es raro porque era un contrabandista y luego uno de los consejeros de Stannis, sin mencionar la cantidad de cosas que hace. No sé por qué, pero debería ser más decisivo y en lugar de eso se doblega ante Stannis, por mucho que sea honesto con lo que le dice.
Theon es otro de esos personajes que me cae mal. En su caso es por su arrogancia, ya que él piensa que es rudísimo y se ofende constantemente por el trato que le tienen los demás. También parece que no puede dejar de pensar en mujeres, y cree que es lo mejor de lo mejor y que cualquiera de ellas tendría que estar agradecida de que se aproveche de ellas. En este libro él sufre muchos altibajos.
Daenerys es otra favorita de la serie por ser la Madre de Dragones, aunque no es tan de mi gusto. Un 'defecto' de los libros es que la mayoría de los personajes femeninos es demasiado consiente de su sexo, sólo puedo pensar en Asha y en Melisandre como excepciones. Fuera de eso todas se la viven en plan de "ay, soy una mujer y blablabla", deseando ser hombres para poder luchar o lo que sea. Entiendo que por el mundo en el que viven esa sea la 'solución', pero me cansa. Y Dany es un poco así, sufriendo porque ya no tiene a Drogo y porque usurparon su trono y no tiene dinero para recuperarlo.
En general, lo que más me gusta de los personajes de George Martin es que no son estáticos, no puedo recordar uno sólo que fuera el mismo al comienzo de un libro que al final. La otra cosa buena es que son muy diferentes entre sí, por lo menos yo no he encontrado un patrón en ellos, tanto pueden ser delicados como duros, y cada cual va por su rumbo.
Y sobre la trama. Como ya sabemos todos, es una novela río, que quiere decir que hay varios personajes narrando la historia. Así que la estructura del libro es que cada capítulo es desde la vista de uno de los personajes y siguen algo así como un orden cronológico. Hasta este libro el orden en el tiempo es lineal, sin traslapes. Lo bueno de esto es que Martin tiene mucha libertad para escribir sobre muchas cosas al mismo tiempo. Pudo haber sido un narrado omnisciente, pero entonces habría resultado medio confuso ir de un lado a otro. En pocas palabras, es una narración perfecta para los fines del autor, que son estrujar tu corazón y agradecer a los cielos que tú estás leyendo en tu camita.
Pero bueno, está en la boca de todo el mundo que es un libro muy cruel, el autor no escatima en detalles y, sobre todo, no respeta a ninguno de los personajes. Esa es una de las cosas que más impresión ha causado, porque podría decirse que tenemos un buen montón de protagonistas, pero ese rol no los salva de las desgracias que los rodean.
El hecho de que la historia sea así - sin esperanza de que acaben todos felices y comiendo perdices - es lo que la hace "realista" y es, de cierta manera, el sello de la saga.
Pero lo importante es que, en mi opinión, el libro es sobre cómo el mundo va poco a poco cayendo en un período de oscuridad que fue predicho hace mucho tiempo. Hay miles de pequeñas cosas que nos hablan de ello, desde las profecías sobre los príncipes dragones hasta el lema de la Guardia de la Noche. Mi favorita y la más popular es el lema de la casa Stark: el invierno se acerca.
Todas estas pequeñas cosas contribuyen al ambiente de la historia, que se hace cada vez más y más oscura. Y lo mejor de todo es que en conjunto son las que hacen avanzar la trama, porque quitando el más mínimo hecho cambiaría todo.
Para ya terminar, porque no hay quien me pare, diré que es cuando pasa algo así que se agradece todo el tiempo que le toma a los autores escribir, porque de esa manera resulta una historia muy bien atada, escrita a conciencia y que es seguro que va a gustar.
En resumen, Choque de reyes fue una novela muy cruda y muy buena. Nada ni nadie está a salvo, y esa sensación se transmite perfectamente al lector. Así que si tienes ganas de sentir los nervios a flor de piel, aquí está tu libro.
Y ustedes, ¿conocen su obra? ¿Se les antoja?
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