Autor: Harper Lee
Traducción: Belmonte traductores
Género: Ficción, Histórica
Sinopsis: Maycomb, Alabama. A sus veintiséis años, Jean Louise Finch - "Scout" - vuelve a casa desde la ciudad de Nueva York para visitar a su anciano padre, Atticus. En el contexto de las tensiones por los derechos civiles y de los disturbios políticos que estaban transformando el Sur, el regreso de Jean Louise a casa se torna agridulce cuando descubre verdades perturbadoras acerca de su querida y unida familia, de la ciudad y de las personas que más quiere. Los recuerdos de infancia invaden y ve cuestionados sus valores y fundamentos. Con muchos de los personajes más sobresalientes de Matar un ruiseñor, Ve y pon un centinela capta a la perfección la situación de una joven y un mundo inmersos en una transición dolorosa para dejar atrás las ilusiones del pasado, un viaje que únicamente puede ser guiado por la propia conciencia.
Escrito a mediados de los años cincuenta, Ve y pon un centinela nos ayuda a entender y apreciar mejor a Harper Lee. Esta es una inolvidable novela de sabiduría, humanidad, pasión, humor y espontánea precisión, una obra de arte hondamente emotiva que evoca de una forma maravillosa otra época sin perder su plena relevancia para nuestros tiempos.
No solo confirma la inmarchitable genialidad de Matar un ruiseñor, sino que representa además un complemento esencial que añade profundidad, contexto y nuevo significado al clásico estadounidense.
Escrito a mediados de los años cincuenta, Ve y pon un centinela nos ayuda a entender y apreciar mejor a Harper Lee. Esta es una inolvidable novela de sabiduría, humanidad, pasión, humor y espontánea precisión, una obra de arte hondamente emotiva que evoca de una forma maravillosa otra época sin perder su plena relevancia para nuestros tiempos.
No solo confirma la inmarchitable genialidad de Matar un ruiseñor, sino que representa además un complemento esencial que añade profundidad, contexto y nuevo significado al clásico estadounidense.
Quiero empezar adorando el aspecto físico del libro. Obviamente los editores piensan en atraer público cuando sale un libro, por eso- y aunque sea un pecado- uno puede "juzgar" un libro por su portada. Depende del género y de la editorial, a veces también de los autores, porque hay ocasiones en que trabajan con ilustradores. El caso con Go Set a Watchman es que no necesitaba más publicidad, Matar un ruiseñor es un hito en la literatura y que a estas alturas de la vida de Harper Lee "reaparezca" el primer manuscrito que presentó a sus editores atrajo toda la atención posible. En ese sentido me encanta el diseño minimalista de los libros, porque obviamente hay una edición del primer libro que combina con la "secuela". No necesitas dibujos brillantes para que se vea, el Harper Lee gigante es más que suficiente.
Como sea, me voy por las ramas porque me encanta escribirles. El punto es que son unos colores preciosos, luce sobrio y coqueto. Un arbolito y un tren a lo lejos, lo dicen todo. No siempre las portadas dan esa sensación, hay muchos libros que optan por ser un ataque a los sentidos o por llenar las portadas. Supongo que es más trabajo y menos ganancia, pero la textura de la cubierta suele ser muy plástica y todo está simplemente impreso. Este libro tiene una textura perfecta para el diseño de la portada, además de tener detalles en forma de relieves y de textura diferente. ¿No les encanta tocar sus libros cuando son así?
Lo único malo es que es fácil mancharlo con la grasa de los dedos, punto a favor de las cubiertas "plásticas" y se me maltrató un poco de las orillas por traerlo en la mochila.
¿Qué más podría decir como introducción? Se supone que todo el mundo conoce a la autora, pero yo misma leí su libro hace unos meses.
Ahora, hablando del libro en cuestión. El punto de la novela es la 'transición' que vivió el Sur luego de que la población negra pasara a tener derechos ciudadanos. En Matar un ruiseñor se habla de las desventajas que tenían en la vida "real" y en Ve y pon un centinela de los problemas que surgen por el cambio súbito de "su estatus".
No creo que deba decir la gran cosa sobre los personajes, porque el punto del libro es la forma en que cambiaron, pensando que este libro es "la secuela". Pero en fin, puedo hablar de mis sentimientos hacia ellos. Aquí Jean Louise 'Scout' me cayó mal porque es muy impulsiva de un modo extraño. De algún modo la criaron como una señorita típica, pero también es algo así como moderna. El problema es que ambos aspectos no acabaron de conciliarse. Y todo eso acabó en un conflicto, que a su vez no llevó a nada. En pocas palabras, es una joven sin control que cree saberlo todo.
Pero el primero en disgustarme fue Hank, el novio/prometido de Jean Louise. Y la única razón es que no para de llamarla "cariño". Miento, también me cansó que en el fondo era el típico hombre cortejando a su chica, por más que aparentara que quería a Jean Louise para algo más que cocinarle y tener hijos.
Y están los hermanos Finch mayores; Atticus, Alexandra y Jack. Alexandra siguió siendo la dama sureña que todas aspiran a ser: impecable, femenina y chismosa a morir. Tuvo una pelea constante con Jean Louise por no encajar del todo en este molde, siempre intentando corregirla. Atticus tampoco cambió, de algún modo. Se lo sigue describiendo como un señor respetable y pasivo, un intelectual pues. Y Jack es el tío divertido y excéntrico, médico de profesión, pero aficionado a la vieja literatura inglesa. Harper Lee no dejó ir esto último.
Esos son los ingredientes para la trama, si es que puede decirse que hubo alguna. El problema con esta novela es que no parece llevar una línea, está compuesta por cientos de flashbacks y diálogos internos. Aquí es necesario pensar que Ve y pon un centinela fue primero que Matar un ruiseñor, porque la intensión de todos esos recuerdos es tratar de dar el contexto necesario para entender los problemas que surgen. Sólo que acabó siendo una masa loca de pequeños fragmentos.
Lo que 'los une' es la idea de que Jean Louise regresa a Maycomb luego de estar mucho tiempo fuera y acaba de notar que las cosas no son como le habían parecido. Se trata de una señorita medio quedada, una rebelde que no anda con vestido y jamás usa sombrero. Se pasa los días recordando su infancia, porque se siente muy melancólica.
Y pues eso es todo, casi. No hay una razón clara para algunos de sus recuerdos. Por ejemplo, hay uno en el que tiene catorce años y va al baile con su hermano Jem y con Hank, como es pequeña no tiene pechos y se siente sin forma, así que se compra unos postizos y hacen un dramón horrible en la escuela porque los dejó tirados por ahí. ¿De qué nos sirvió? No tengo idea, tal vez fue un antecedente de la relación con Hank.
Otro recuerdo que aún no sé para que sirvió es uno donde fueron a jugar con Dill a un estanque, iban de escuchar una ronda de sermones y decidieron inventarse el suyo. Jem bautiza a Scout y cuando los atrapan se olvida de vestirse. ¿Cuál era el punto? Quizá fue mencionar que en un pueblito como Maycomb a veces hacían eventos de ese tipo, en el que algún sacerdote o su equivalente iba a hablar con ellos.
Además de estar lleno de detalles cotidianos. Hay una escena completa que trata sobre los hábitos del tío Jack. Jean Louise llega a su casa y lo reprende porque piensa que sólo comerá una galleta con una sardina. Cuando en realidad eso era el almuerzo de la gata, Harper Lee nos dice cómo ambos cuidan que la gata se coma su galleta y cómo le dan vitaminas. Para después decirnos cómo el tío Jack hace una ensalada de verduras, cómo Jean Louise procede a comérsela y luego su conversación.
En fin, no sé ni qué trato de decir. Parece un libro que se lee en ratos, pero pienso que sería fácil perder el hilo de la historia si no se lee con frecuencia, ya que ese hilo es bastante cuestionable. El único elemento fuerte del libro fue una discusión de Jean Louise con Atticus y prácticamente fue un monólogo de ella sobre por qué todo el mundo estaba equivocado. Lo bueno es que es obvio que se trata de la opinión de Harper Lee, fuera de eso no sé qué más podría decir a su favor.
Y se arruina por el tío Jack y la tía Alexandra. Se da a entender que todo el mundo esperaba el ataque de Jean Louise y estaba preparado, que era más clara que el agua y que nada de lo que hizo fue una sorpresa. Perdónenme por el spoiler, pero es que hasta se llamaron por teléfono al estilo de "ya va Jean Louise contigo, le diré a la tía que esté preparada para cuando vaya a casa". Literalmente se coordinaron. Todo para que ese arranque se apagara y muriera para toda la eternidad.
Entonces la idea del libro era discutir la forma en que el Sur de Estados Unidos reaccionaba a los cambios que el gobierno estaba haciendo, sin ir más lejos. Porque el resto de la historia vagamente tiene un principio y definitivamente no tuvo un final.
Ahora, hablando del libro en cuestión. El punto de la novela es la 'transición' que vivió el Sur luego de que la población negra pasara a tener derechos ciudadanos. En Matar un ruiseñor se habla de las desventajas que tenían en la vida "real" y en Ve y pon un centinela de los problemas que surgen por el cambio súbito de "su estatus".
No creo que deba decir la gran cosa sobre los personajes, porque el punto del libro es la forma en que cambiaron, pensando que este libro es "la secuela". Pero en fin, puedo hablar de mis sentimientos hacia ellos. Aquí Jean Louise 'Scout' me cayó mal porque es muy impulsiva de un modo extraño. De algún modo la criaron como una señorita típica, pero también es algo así como moderna. El problema es que ambos aspectos no acabaron de conciliarse. Y todo eso acabó en un conflicto, que a su vez no llevó a nada. En pocas palabras, es una joven sin control que cree saberlo todo.
Pero el primero en disgustarme fue Hank, el novio/prometido de Jean Louise. Y la única razón es que no para de llamarla "cariño". Miento, también me cansó que en el fondo era el típico hombre cortejando a su chica, por más que aparentara que quería a Jean Louise para algo más que cocinarle y tener hijos.
Y están los hermanos Finch mayores; Atticus, Alexandra y Jack. Alexandra siguió siendo la dama sureña que todas aspiran a ser: impecable, femenina y chismosa a morir. Tuvo una pelea constante con Jean Louise por no encajar del todo en este molde, siempre intentando corregirla. Atticus tampoco cambió, de algún modo. Se lo sigue describiendo como un señor respetable y pasivo, un intelectual pues. Y Jack es el tío divertido y excéntrico, médico de profesión, pero aficionado a la vieja literatura inglesa. Harper Lee no dejó ir esto último.
Esos son los ingredientes para la trama, si es que puede decirse que hubo alguna. El problema con esta novela es que no parece llevar una línea, está compuesta por cientos de flashbacks y diálogos internos. Aquí es necesario pensar que Ve y pon un centinela fue primero que Matar un ruiseñor, porque la intensión de todos esos recuerdos es tratar de dar el contexto necesario para entender los problemas que surgen. Sólo que acabó siendo una masa loca de pequeños fragmentos.
Lo que 'los une' es la idea de que Jean Louise regresa a Maycomb luego de estar mucho tiempo fuera y acaba de notar que las cosas no son como le habían parecido. Se trata de una señorita medio quedada, una rebelde que no anda con vestido y jamás usa sombrero. Se pasa los días recordando su infancia, porque se siente muy melancólica.
Y pues eso es todo, casi. No hay una razón clara para algunos de sus recuerdos. Por ejemplo, hay uno en el que tiene catorce años y va al baile con su hermano Jem y con Hank, como es pequeña no tiene pechos y se siente sin forma, así que se compra unos postizos y hacen un dramón horrible en la escuela porque los dejó tirados por ahí. ¿De qué nos sirvió? No tengo idea, tal vez fue un antecedente de la relación con Hank.
Otro recuerdo que aún no sé para que sirvió es uno donde fueron a jugar con Dill a un estanque, iban de escuchar una ronda de sermones y decidieron inventarse el suyo. Jem bautiza a Scout y cuando los atrapan se olvida de vestirse. ¿Cuál era el punto? Quizá fue mencionar que en un pueblito como Maycomb a veces hacían eventos de ese tipo, en el que algún sacerdote o su equivalente iba a hablar con ellos.
Además de estar lleno de detalles cotidianos. Hay una escena completa que trata sobre los hábitos del tío Jack. Jean Louise llega a su casa y lo reprende porque piensa que sólo comerá una galleta con una sardina. Cuando en realidad eso era el almuerzo de la gata, Harper Lee nos dice cómo ambos cuidan que la gata se coma su galleta y cómo le dan vitaminas. Para después decirnos cómo el tío Jack hace una ensalada de verduras, cómo Jean Louise procede a comérsela y luego su conversación.
En fin, no sé ni qué trato de decir. Parece un libro que se lee en ratos, pero pienso que sería fácil perder el hilo de la historia si no se lee con frecuencia, ya que ese hilo es bastante cuestionable. El único elemento fuerte del libro fue una discusión de Jean Louise con Atticus y prácticamente fue un monólogo de ella sobre por qué todo el mundo estaba equivocado. Lo bueno es que es obvio que se trata de la opinión de Harper Lee, fuera de eso no sé qué más podría decir a su favor.
Y se arruina por el tío Jack y la tía Alexandra. Se da a entender que todo el mundo esperaba el ataque de Jean Louise y estaba preparado, que era más clara que el agua y que nada de lo que hizo fue una sorpresa. Perdónenme por el spoiler, pero es que hasta se llamaron por teléfono al estilo de "ya va Jean Louise contigo, le diré a la tía que esté preparada para cuando vaya a casa". Literalmente se coordinaron. Todo para que ese arranque se apagara y muriera para toda la eternidad.
Entonces la idea del libro era discutir la forma en que el Sur de Estados Unidos reaccionaba a los cambios que el gobierno estaba haciendo, sin ir más lejos. Porque el resto de la historia vagamente tiene un principio y definitivamente no tuvo un final.
En resumen, Ve y pon un centinela me pareció una novela que carece de sentido sin su antecesor. Y cuyo fin fue simplemente exponer la opinión que tenía la autora en su tiempo. Como tal es valiosa, pero 'literariamente' tiene muchos huecos.
Angie
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