Autor: Ken Follett
Traducción: ANUVELA
Libro: 3/3
Formato: Tapa blanda con solapas
Páginas: 1152
Género: Ficción, Histórica
Sinopsis: En el año 1961 Rebecca Hoffmann, profesora en Alemania del Este y nieta de lady Maud, descubrirá que la policía secreta está vigilándola. Mientras, su hermano menos Walli, sueña con huir a Occidente para convertirse en músico de rock.
Por otro lado, George Jakes, un joven abogado que trabaja con los hermanos Kennedy, es un activista del movimiento por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos que participará en las protestas de los estados del Sur y en la marcha sobre Washington liderada por Martin Luther King.
En Rusia las inclinaciones políticas enfrentan a los hermanos Tania y Dimka Dvorkin. Éste se convierte en una de las jóvenes promesas del Kremlin, mientras su hermana entrará a formar parte de un grupo activista que promueve la insurrección.
A través de escenas impactantes y protagonistas fascinantes, Ken Follett nos presenta un mundo que pensábamos conocer pero que nunca más nos parecerá lo mismo.
El umbral de la eternidad cierra esta gran trilogía y la crónica de un siglo turbulento. En ella vivimos la historia íntima y personal de tres generaciones de cinco familias cuyas vidas estuvieron marcadas por dos guerras mundiales, la Revolución rusa, la Guerra Civil española y la Guerr Fría, junto con los profundos cambios sociales que las acompañaron.
Por otro lado, George Jakes, un joven abogado que trabaja con los hermanos Kennedy, es un activista del movimiento por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos que participará en las protestas de los estados del Sur y en la marcha sobre Washington liderada por Martin Luther King.
En Rusia las inclinaciones políticas enfrentan a los hermanos Tania y Dimka Dvorkin. Éste se convierte en una de las jóvenes promesas del Kremlin, mientras su hermana entrará a formar parte de un grupo activista que promueve la insurrección.
A través de escenas impactantes y protagonistas fascinantes, Ken Follett nos presenta un mundo que pensábamos conocer pero que nunca más nos parecerá lo mismo.
El umbral de la eternidad cierra esta gran trilogía y la crónica de un siglo turbulento. En ella vivimos la historia íntima y personal de tres generaciones de cinco familias cuyas vidas estuvieron marcadas por dos guerras mundiales, la Revolución rusa, la Guerra Civil española y la Guerr Fría, junto con los profundos cambios sociales que las acompañaron.
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Hoy por fin me puse al corriente con las reseñas. ¡Escribo esto un día antes!
Pero bueno, comenzaré diciendo que me pareció un final muy débil para una trilogía que se perfilaba tan grande al comienzo. Todos los libros mencionan que era una tarea muy ambiciosa, porque pretendía cubrir todos los eventos históricos del último siglo, por medio de la historia de cinco familias desperdigadas por el mundo. Todo muy bien hasta ahí, pero en el tercer libro se pone muy flojo el hilo. ¿Es porque los hombres no se fueron a una Guerra Mundial?
Los personajes. Como siempre, hay muchos y se retoma el segundo libro en la siguiente generación. Un par de personajes centrales en el desarrollo de la historia fueron Maria y George, dos negros luchando por sus derechos. George es un abogado, lucha con todos los medios a su alcance para defender los derechos de los negros y es tan correcto como nadie. Maria es eso que llaman una mujer fuerte e independiente, no busca la aprobación de nadie y sigue su propio camino. Y es que El umbral de la eternidad se centró mucho en éste dilema, no me voy a quejar mucho porque lo reflejó de un modo que me gustó. Sólo vean:
No soy la mejor persona para decirlo, pero ese comentario me pareció muy actual. Aunque claro, en general toda ésta historia es así.
Lo malo es que eso deja malparados a los personajes. Por ejemplo, en algún momento Maria fue la amante de alguien *SPOILER* ¿adivinan? Jack Kennedy, OBVIO el amadísimo Kennedy*FIN DEL SPOILER* y era completamente incongruente con su personaje.
En serio, pasó como cincuenta años traumada con su amante. *SPOILER*y tiene el desenlace amoroso más sin gracia que he leído en mi vida. Se casa con George a los 60 años, porque no quiso ser su esposa cuando habría tenido que hacer sacrificios en su carrera. Obvio, George la amó desde que se vieron en un autobus al comienzo del libro. Y Maria pasó toda su juventud convirtiéndose en una catlady*FIN DEL SPOILER*
El resto de los personajes también son representativos. Cubren desde una periodista rusa disidente hasta un idol inglés de la música pop, con el propósito de mostrar los problemas sociales y las modas culturales de la época. También, como es la bandera de la saga, todos y cada uno de ellos son descendientes de los primeros protagonistas; algunos de los cuales mueren en este libro de formas muy románticas, aunque sin relevancia. La verdad es que no los menciono en específico porque ya se me olvidó de quién eran hijos, pero hablo en serio cuando digo que son uniformes. Sólo destacaban a la hora de hacer tonterías.
Otra cosa que me disgustó mucho en toda la saga es lo aduladores que son los personajes, como si no hubiera otra forma de señalar una idea correcta o un momento "inteligente."
La trama. Comienza con buen pie, hablando de la situación que vivían los berlineses, narrando los comienzos del movimiento por la igualdad civil de los negros, George descubriendo todos los líos políticos del gobierno americano...pero en algún momento toda esa construcción se cae. Ken Follett deja de tejer las vidas de sus personajes con los sucesos históricos y pasa a contarlos de pasada. Cuando el desarrollo de la historia se convirtió en un listado de fechas en los libros yo ya me moría por terminar, sentía que todo lo que pasaba entre fecha y fecha era relleno para ya cerrar todos los hilos.
Además, no sentí que la época estuviera bien retratada. No es como si yo hubiera vivido en los 60s, pero me niego a creer que TODO el mundo creía en el "amor libre". En serio, Rebbeca (la niña que adopta Carla, hija de Maud. O algo así) se casa con alguien porque se aman mucho, pero algo pasa y alegan al "amor libre" para justificar un deseo sin chiste. Luego la vida continua como si nada.
Creo que más bien es una queja sobre las parejas y el romance que maneja Ken Follett. Hay muchos chicos jóvenes, algunos de los cuales viven en un ambiente dominado por las drogas, y para justificar el comportamiento de uno de estos personajes (Beep, ¿hija de Gus Dewar?) dice tropecientas veces que "no hay que ser denso, vivimos en la época del amor libre" (no es cita textual). Quedé harta de la expresión.
También los negros son muy recalcitrantes con su postura, pero Ken Follett los pinta como los héroes del mundo. Si eres negro eres bueno y buscas el bien mayor (no hay "villanos negros"), y si no estás a favor estás en contra. Los blancos no liberales o los pasivos son el problema, la causa de todos los males. Pero tampoco vales la pena si no eres negro, sorry.
Ya para terminar. En pocas palabras, el libro nada en opiniones políticamente correctas. Todas defendidas mediante el diálogo entre algún par de protagonistas, los que no están de acuerdo con éstas opiniones sólo aparecen para hacer contraste.
Hay muchas escenas innecesarias para el desarrollo de la historia. No veo qué importancia iba a tener el amorío de Maria si de todas formas no iba a casarse para seguir su carrera, todo el alegato al enamoramiento infinito no tuvo importancia. Las mujeres siguen dando a luz en diez minutos. No sabemos qué pasa con muchos de los protagonistas originales, pues sus historias se dejaron completamente de lado...
¿Y qué pasó con ese final? De contar hasta lo que come fulanito pasamos a dar saltos de décadas, enumerando evento tras evento, sin mayor explicación ni siguiendo algún criterio de selección. Como sea, me divirtió ver el nombre de Obama en el libro, aunque no tenga nada que ver con la historia.
Pero bueno, comenzaré diciendo que me pareció un final muy débil para una trilogía que se perfilaba tan grande al comienzo. Todos los libros mencionan que era una tarea muy ambiciosa, porque pretendía cubrir todos los eventos históricos del último siglo, por medio de la historia de cinco familias desperdigadas por el mundo. Todo muy bien hasta ahí, pero en el tercer libro se pone muy flojo el hilo. ¿Es porque los hombres no se fueron a una Guerra Mundial?
Los personajes. Como siempre, hay muchos y se retoma el segundo libro en la siguiente generación. Un par de personajes centrales en el desarrollo de la historia fueron Maria y George, dos negros luchando por sus derechos. George es un abogado, lucha con todos los medios a su alcance para defender los derechos de los negros y es tan correcto como nadie. Maria es eso que llaman una mujer fuerte e independiente, no busca la aprobación de nadie y sigue su propio camino. Y es que El umbral de la eternidad se centró mucho en éste dilema, no me voy a quejar mucho porque lo reflejó de un modo que me gustó. Sólo vean:
De algún modo habían conseguido no enterarse de que en Alabama siguieron enviando a negros a campos de trabajos forzados hasta 1927. Si Maria les hablaba de esas cosas, la miraban un momento con tristeza y luego se volvían hacia otro lado, y ella sabía que lo tomaban por una exageración. Los negros que hablaban sobre prejuicios aburrían a los blancos, como esos enfermos que continuamente recitaban sus síntomas.
No soy la mejor persona para decirlo, pero ese comentario me pareció muy actual. Aunque claro, en general toda ésta historia es así.
Lo malo es que eso deja malparados a los personajes. Por ejemplo, en algún momento Maria fue la amante de alguien *SPOILER* ¿adivinan? Jack Kennedy, OBVIO el amadísimo Kennedy*FIN DEL SPOILER* y era completamente incongruente con su personaje.
No se lo dijo; su función era la de hacerlo feliz, no la de entristecerlo. Ella también se incorporó, lo besó en la sien, echó un vistazo al periódico por encima del hombro de *******, le quitó la taza y bebió un poco de su café. A pesar de todo, agradecía seguir viva.
En serio, pasó como cincuenta años traumada con su amante. *SPOILER*y tiene el desenlace amoroso más sin gracia que he leído en mi vida. Se casa con George a los 60 años, porque no quiso ser su esposa cuando habría tenido que hacer sacrificios en su carrera. Obvio, George la amó desde que se vieron en un autobus al comienzo del libro. Y Maria pasó toda su juventud convirtiéndose en una catlady*FIN DEL SPOILER*
El resto de los personajes también son representativos. Cubren desde una periodista rusa disidente hasta un idol inglés de la música pop, con el propósito de mostrar los problemas sociales y las modas culturales de la época. También, como es la bandera de la saga, todos y cada uno de ellos son descendientes de los primeros protagonistas; algunos de los cuales mueren en este libro de formas muy románticas, aunque sin relevancia. La verdad es que no los menciono en específico porque ya se me olvidó de quién eran hijos, pero hablo en serio cuando digo que son uniformes. Sólo destacaban a la hora de hacer tonterías.
Otra cosa que me disgustó mucho en toda la saga es lo aduladores que son los personajes, como si no hubiera otra forma de señalar una idea correcta o un momento "inteligente."
Era un análisis brillante, y el respeto que George sentía por Verena fue en aumento.
Aquello era tan razonable que George ni siquiera podía fingir no estar de acuerdo.
La trama. Comienza con buen pie, hablando de la situación que vivían los berlineses, narrando los comienzos del movimiento por la igualdad civil de los negros, George descubriendo todos los líos políticos del gobierno americano...pero en algún momento toda esa construcción se cae. Ken Follett deja de tejer las vidas de sus personajes con los sucesos históricos y pasa a contarlos de pasada. Cuando el desarrollo de la historia se convirtió en un listado de fechas en los libros yo ya me moría por terminar, sentía que todo lo que pasaba entre fecha y fecha era relleno para ya cerrar todos los hilos.
Además, no sentí que la época estuviera bien retratada. No es como si yo hubiera vivido en los 60s, pero me niego a creer que TODO el mundo creía en el "amor libre". En serio, Rebbeca (la niña que adopta Carla, hija de Maud. O algo así) se casa con alguien porque se aman mucho, pero algo pasa y alegan al "amor libre" para justificar un deseo sin chiste. Luego la vida continua como si nada.
Creo que más bien es una queja sobre las parejas y el romance que maneja Ken Follett. Hay muchos chicos jóvenes, algunos de los cuales viven en un ambiente dominado por las drogas, y para justificar el comportamiento de uno de estos personajes (Beep, ¿hija de Gus Dewar?) dice tropecientas veces que "no hay que ser denso, vivimos en la época del amor libre" (no es cita textual). Quedé harta de la expresión.
También los negros son muy recalcitrantes con su postura, pero Ken Follett los pinta como los héroes del mundo. Si eres negro eres bueno y buscas el bien mayor (no hay "villanos negros"), y si no estás a favor estás en contra. Los blancos no liberales o los pasivos son el problema, la causa de todos los males. Pero tampoco vales la pena si no eres negro, sorry.
Maria sabía que lo decía con toda su buena intención, pero le pareció que no había sido muy acertado por su parte. El sueño de King nacía de lo más hondo de una represión feroz, mientras que Jack Kennedy había nacido en el seno de la élite privilegiada de Estados Unidos, poderosa y rica: ¿cómo podía pretender tener un sueño de libertad e igualdad?
Ya para terminar. En pocas palabras, el libro nada en opiniones políticamente correctas. Todas defendidas mediante el diálogo entre algún par de protagonistas, los que no están de acuerdo con éstas opiniones sólo aparecen para hacer contraste.
Hay muchas escenas innecesarias para el desarrollo de la historia. No veo qué importancia iba a tener el amorío de Maria si de todas formas no iba a casarse para seguir su carrera, todo el alegato al enamoramiento infinito no tuvo importancia. Las mujeres siguen dando a luz en diez minutos. No sabemos qué pasa con muchos de los protagonistas originales, pues sus historias se dejaron completamente de lado...
¿Y qué pasó con ese final? De contar hasta lo que come fulanito pasamos a dar saltos de décadas, enumerando evento tras evento, sin mayor explicación ni siguiendo algún criterio de selección. Como sea, me divirtió ver el nombre de Obama en el libro, aunque no tenga nada que ver con la historia.
En resumen, El umbral de la eternidad fue un cierre muy flojo para una trilogía que prometía tanto. Los personajes son cuadrados y se limitan a ser la voz de algún punto de vista. La trama iba bien al comienzo, pero se pierde al final y acaba siendo una carrera accidentada por llegar a la actualidad.
Y a ustedes, ¿se les antoja?
¿Le darían una oportunidad?
Angie
Solo he leído Los pilares de la tierra, y se me hizo largo
ResponderBorrarsi bien es verdad que me gustó, tiene su qué y hay que tomárselo con calma
de momento no me animo con más del autor
un beesito
¡Hola!
BorrarEsa es una crítica común en sus libros, aunque con Los pilares de la tierra yo no tuve ningún problema; de hecho por ese libro es que me animé con esta trilogía. Y sí tienes razón, con Ken Follett hay que tomárselo con calma
Nos leemos :D