Autor: Michel Jeury
Traducción: Dolors Gallart
Libro: Autoconclusivo
Formato: Tapa blanda con solapas
Páginas: 320
Género: Ciencia Ficción
Sinopsis: La inmortalidad es cuestión de tiempo.
Cuando Mark Jervann d'Angun resucita diez mil años después de su primera muerte, quieren obligarle a cambiar de nombre. Al negarse, debe retornar al universo de las sombras y volver de nuevo al olvido.
Durante veinte mil años más.
Al renacer por segunda vez, todo ha cambiado.
El sistema solar con sus planetas ha desaparecido, sustituido por la llamada "Esfera de Govan", que tiene millares de mundos artificiales alrededor del Sol. La ciencia ha acabado pareciéndose a la más sorprendente de las magias.
En ese futuro inimaginable, existe un conflicto manifiesto: a lo largo de las eras, se ha creado una espectacular civilización superavanzada en la cual se enfrentan los Señores (el Orbe) y los Ingenieros (la Rueda). Su lucha por el poder tiene como espectador y, al final, tercer contendiente, a la propia Esfera, cuyos cerebros artificiales despiertan a la consciencia.
Michel Jeury, el autor de El tiempo incierto (una obra verdaderamente digna del mejor Philip K. Dick) y uno de los más prestigiosos escritores franceses de ciencia ficción, crea en El Orbe y la Rueda un universo comparable en su envergadura a los de Frank Herbert y Cordwainer Smith. Acumula tantos elementos, físicos y metafísicos, políticos y religiosos, aventureros y románticos, que construye un verdadero prodigio de imaginación y especulación. Lo que sorprende hoy al leer El Orbe y la Rueda es la envergadura y el alcance de la anticipación.
Un título clásico de lo mejor de la ciencia ficción europea de los últimos veinticinco años, con los mayores acontecimientos de la ciencia ficción francesa (premio Apollo y premio Cosmos 2000).
Cuando Mark Jervann d'Angun resucita diez mil años después de su primera muerte, quieren obligarle a cambiar de nombre. Al negarse, debe retornar al universo de las sombras y volver de nuevo al olvido.
Durante veinte mil años más.
Al renacer por segunda vez, todo ha cambiado.
El sistema solar con sus planetas ha desaparecido, sustituido por la llamada "Esfera de Govan", que tiene millares de mundos artificiales alrededor del Sol. La ciencia ha acabado pareciéndose a la más sorprendente de las magias.
En ese futuro inimaginable, existe un conflicto manifiesto: a lo largo de las eras, se ha creado una espectacular civilización superavanzada en la cual se enfrentan los Señores (el Orbe) y los Ingenieros (la Rueda). Su lucha por el poder tiene como espectador y, al final, tercer contendiente, a la propia Esfera, cuyos cerebros artificiales despiertan a la consciencia.
Michel Jeury, el autor de El tiempo incierto (una obra verdaderamente digna del mejor Philip K. Dick) y uno de los más prestigiosos escritores franceses de ciencia ficción, crea en El Orbe y la Rueda un universo comparable en su envergadura a los de Frank Herbert y Cordwainer Smith. Acumula tantos elementos, físicos y metafísicos, políticos y religiosos, aventureros y románticos, que construye un verdadero prodigio de imaginación y especulación. Lo que sorprende hoy al leer El Orbe y la Rueda es la envergadura y el alcance de la anticipación.
Un título clásico de lo mejor de la ciencia ficción europea de los últimos veinticinco años, con los mayores acontecimientos de la ciencia ficción francesa (premio Apollo y premio Cosmos 2000).
Tengo que comenzar diciendo que hay demasiada información en mi cabeza. El libro tiene un comienzo bastante predecible: nuestro protagonista no tiene idea de qué está pasando. Fue lanzado al futuro con muchos datos "pre-instalados" en su cabeza, pero ninguna experiencia real. Por lo tanto, nos va soltando pequeñas explicaciones de las cosas con las que se topa; por ejemplo, hay varias "razas" humanas que coexisten y muchos conceptos poco claros, cosas como la esponja de Xi'an y el espacio de White.
También hay varios fragmentos de una especie de escrito histórico, un recurso muy usado en la ciencia ficción, en la que nos relatan desde una perspectiva "muy futura" cosas de relevancia para el tiempo "presente" del protagonista. Aquí un ejemplo:
Otra cosa que quiero mencionar antes de entrar en la reseña en sí es que el libro es realmente poco popular. No me había fijado, pero en Goodreads no tiene ni una sola review y tan sólo 12 puntuaciones. Es un número ridículamente pequeño para un libro que tiene dos premios y de un autor que supuestamente fue muy prestigioso. También traté de encontrar una copia y hasta ahora sólo he visto UNA en Amazon UK, no comprendo este mundo.
Pasando a los personajes. Son numerosos y todos sin excepción carecen de detalles, al que conocemos de forma más íntima es el protagonista, obviamente. Mark Jervann d'Angun era un alto funcionario de la Rueda, algo así como la Unión Europea del futuro, en el siglo XXII de nuestra era. Como tal, es un hombre enérgico, algo belicoso y engreído. En sus dos primeras vidas esa personalidad está muy presente, pero en la tercera (si conté bien) esos detalles se pierden un poco y se convierte en un personaje muy confuso. No puedo explicar por qué, ya que es un spoiler algo grave, pero tiene un conflicto interno tan grande que simplemente es imposible concebirlo como una persona normal. Tampoco es que abunden los humanos -como se definen actualmente- en ese futuro.
Otro personaje clave es la imahina Aes Yon. Ella es de "la raza" de los señores, por lo que es muy alta, muy delgada y no tiene "curvas". Pero la menciono porque es la viva imagen de la sociedad de la Esfera de Govan, desprecia sutilmente a los "semihumanos" -todo un arcoiris de opciones-, pero los conserva a su lado para oponerse al imohín general de Ariana-10 (su planeta), gracias a que es la favorita y heredera del Señor dueño del planeta. Ella se interesa vagamente por su entorno y, en pocas palabras, se la pasa perdiendo el tiempo en tonterías. La veo importante porque todo el núcleo de poder de la Esfera me dio esa impresión: gente poderosa jugando con los destinos de aquellos bajo su control.
No mencionaré a toda la ristra de personajes, porque tendría que explicar también la raza a la que pertenecen, absolutamente todos son algo así como un ejemplo didáctico del sector que representan. Con excepción, tal vez, del edaín dorado Hvar Kanog Roïris, que fue el único que me gustó de verdad. Lo malo es que aparece sólo en un par de ocasiones y nunca se le presta atención.
La trama. Como vengo diciendo desde el principio, todo es muy confuso por la falta de profundización en el millón de cosas que hacen este futuro posible. Para empezar, de entrada tienes que saber lo que es una "esfera de Dyson" para poder extrapolar el concepto a la Esfera de Govan, que es básica en el desarrollo de ésta historia. Al comienzo del libro explican que cuando Mark nació ya estaba en proceso de construcción, pues había unas "islas de la luna" o "ciudades del espacio", también en ese fragmento nos dicen que la Rueda nació de la Republic of United Europe (Unión Europea) y que el Orbe nació de la Alianza u Órbita del Pacífico (EUA, América del Sur, Japón, China, etc.) y que eventualmente trasladaron sus campos de acción a la Luna. Pero eso es todo, después de algunas páginas de la vida cotidiana de Mark nos sueltan la "bomba de estructura" y de ahí en adelante se acabaron los asideros al presente.
Lo bueno es que todos esos detalles aleatorios logran dar una idea general de la sociedad que Michel Jeury imaginó: hay muchos tipos de humanos, la resurrección es común, los "humanos" dejaron de sentir dolor y por extensión placer, por lo que el trato sexual pasó a ser irrelevante (¿han notado que en el futuro la gente siempre es promiscua?); incluso los semihumanos acostumbran ir desnudos, a la vez que se los presta a las visitas como si fueran objetos. También hay grados de "dolientes", no recuerdo si esa es exactamente la palabra que se usa, pero significa que en la resurrección o renacimiento resultó que "sientes". Éstos seres son objeto de compasión.
Lo curioso es que en este mundo se conservan muy intactas algunas costumbres u objetos. Por ejemplo, usan el sistema decimal y en la descripción de una fortaleza se menciona que había muebles estilo Luis XIII y algunos cuadros de Velázquez. También aparecen personajes históricos "resucitados", tales como Calígula y Cristobal Colón, y luego salen con que Faüde es un nombre hermoso porque proviene de la Tierra. La razón de ésta mezcla tan arbitraria de "nuevo" con "viejo" es que un pilar en la sociedad es la resurrección "lictal", lo malo es que Michel Jeury sólo nos da un bosquejo de lo que esta palabra significa, yo lo interpreté como la "esencia" de algo. Por ejemplo, mi licto humano serían mis recuerdos y mi "alma". En este libro todo tiene su "esencia lictal", por lo que reviven desde un espejo hasta una persona.
También hay varios fragmentos de una especie de escrito histórico, un recurso muy usado en la ciencia ficción, en la que nos relatan desde una perspectiva "muy futura" cosas de relevancia para el tiempo "presente" del protagonista. Aquí un ejemplo:
[ . . . ] Existían otros factores limitativos, como el desgaste de las matrices cartográficas, algunas de las cuales tenían más de diez mil años, y el desgaste mismo de los mundos de la primera Época, que comenzaban a deteriorarse. Tal era el caso de Bedjab, Tellom, Faüde, Yamaha...
Los Mapas de avasallamiento se presentaban bajo la forma de fichas de metal rectangulares, de unos cuatro centímetros de largo por dos de ancho. La costumbre autorizaba a los Señores y las Shamras -que debían tener las manos vacías y no llevar nunca equipaje- a guardarlos consigo, ya fuera en una bolsa colgada de la cintura, o bien a modo de collar pendido del cuello. En caso de robo, los Mapas se autodestruían de inmediato. En caso de pérdida, se borraban al cabo de cierto tiempo. En ambas circunstancias, el servicio notarial poseidonero los sustituía por otros. Jamás los enviaban ni transmitían, sin embargo, de tal modo que los beneficiarios debían acudir en persona al planeta Ursula para recuperarlos. No obstante toda reproducción de un Mapa auténtico aumentaba el desgaste de la matriz y ocasionaba además una pérdida de ajuste del orden de una millonésima de millonésima.
Otra cosa que quiero mencionar antes de entrar en la reseña en sí es que el libro es realmente poco popular. No me había fijado, pero en Goodreads no tiene ni una sola review y tan sólo 12 puntuaciones. Es un número ridículamente pequeño para un libro que tiene dos premios y de un autor que supuestamente fue muy prestigioso. También traté de encontrar una copia y hasta ahora sólo he visto UNA en Amazon UK, no comprendo este mundo.
Pasando a los personajes. Son numerosos y todos sin excepción carecen de detalles, al que conocemos de forma más íntima es el protagonista, obviamente. Mark Jervann d'Angun era un alto funcionario de la Rueda, algo así como la Unión Europea del futuro, en el siglo XXII de nuestra era. Como tal, es un hombre enérgico, algo belicoso y engreído. En sus dos primeras vidas esa personalidad está muy presente, pero en la tercera (si conté bien) esos detalles se pierden un poco y se convierte en un personaje muy confuso. No puedo explicar por qué, ya que es un spoiler algo grave, pero tiene un conflicto interno tan grande que simplemente es imposible concebirlo como una persona normal. Tampoco es que abunden los humanos -como se definen actualmente- en ese futuro.
Otro personaje clave es la imahina Aes Yon. Ella es de "la raza" de los señores, por lo que es muy alta, muy delgada y no tiene "curvas". Pero la menciono porque es la viva imagen de la sociedad de la Esfera de Govan, desprecia sutilmente a los "semihumanos" -todo un arcoiris de opciones-, pero los conserva a su lado para oponerse al imohín general de Ariana-10 (su planeta), gracias a que es la favorita y heredera del Señor dueño del planeta. Ella se interesa vagamente por su entorno y, en pocas palabras, se la pasa perdiendo el tiempo en tonterías. La veo importante porque todo el núcleo de poder de la Esfera me dio esa impresión: gente poderosa jugando con los destinos de aquellos bajo su control.
[ . . . ] El singlang, la vieja lengua del pueblo humano, lengua de los esclavos de los Señores que no tenían derecho a dirigirse a sus soberanos amor si no era cantando[ . . . ]
No mencionaré a toda la ristra de personajes, porque tendría que explicar también la raza a la que pertenecen, absolutamente todos son algo así como un ejemplo didáctico del sector que representan. Con excepción, tal vez, del edaín dorado Hvar Kanog Roïris, que fue el único que me gustó de verdad. Lo malo es que aparece sólo en un par de ocasiones y nunca se le presta atención.
La trama. Como vengo diciendo desde el principio, todo es muy confuso por la falta de profundización en el millón de cosas que hacen este futuro posible. Para empezar, de entrada tienes que saber lo que es una "esfera de Dyson" para poder extrapolar el concepto a la Esfera de Govan, que es básica en el desarrollo de ésta historia. Al comienzo del libro explican que cuando Mark nació ya estaba en proceso de construcción, pues había unas "islas de la luna" o "ciudades del espacio", también en ese fragmento nos dicen que la Rueda nació de la Republic of United Europe (Unión Europea) y que el Orbe nació de la Alianza u Órbita del Pacífico (EUA, América del Sur, Japón, China, etc.) y que eventualmente trasladaron sus campos de acción a la Luna. Pero eso es todo, después de algunas páginas de la vida cotidiana de Mark nos sueltan la "bomba de estructura" y de ahí en adelante se acabaron los asideros al presente.
Lo bueno es que todos esos detalles aleatorios logran dar una idea general de la sociedad que Michel Jeury imaginó: hay muchos tipos de humanos, la resurrección es común, los "humanos" dejaron de sentir dolor y por extensión placer, por lo que el trato sexual pasó a ser irrelevante (¿han notado que en el futuro la gente siempre es promiscua?); incluso los semihumanos acostumbran ir desnudos, a la vez que se los presta a las visitas como si fueran objetos. También hay grados de "dolientes", no recuerdo si esa es exactamente la palabra que se usa, pero significa que en la resurrección o renacimiento resultó que "sientes". Éstos seres son objeto de compasión.
Lo curioso es que en este mundo se conservan muy intactas algunas costumbres u objetos. Por ejemplo, usan el sistema decimal y en la descripción de una fortaleza se menciona que había muebles estilo Luis XIII y algunos cuadros de Velázquez. También aparecen personajes históricos "resucitados", tales como Calígula y Cristobal Colón, y luego salen con que Faüde es un nombre hermoso porque proviene de la Tierra. La razón de ésta mezcla tan arbitraria de "nuevo" con "viejo" es que un pilar en la sociedad es la resurrección "lictal", lo malo es que Michel Jeury sólo nos da un bosquejo de lo que esta palabra significa, yo lo interpreté como la "esencia" de algo. Por ejemplo, mi licto humano serían mis recuerdos y mi "alma". En este libro todo tiene su "esencia lictal", por lo que reviven desde un espejo hasta una persona.
En resumen, El Orbe y la Rueda es algo confuso, nunca acabamos de comprender el mundo en el que se desarrolla la historia. Pero la sociedad que Michel Jeury desarrolló es interesante en cuanto a la moral y la forma en que las diversas razas humanas coexisten. También hay muchas ideas sueltas que me gustaron, pero que no se desarrollan lo suficiente. Con todo, interpreto esta dejadez como parte de la personalidad de la historia.
Y a ustedes, ¿se les antoja el libro?
¿Le darían una oportunidad?
Angie
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Todos tus comentarios son bienvenidos, siempre que sea con respeto.
También les dejo una selección de emojis, nunca se sabe cuándo vas a necesitar una pizza.
❤ ツ ✌ ✔ ✘ ♡ ☮ ★ ☕ ✿ ⚡ ♥ 😀 😁 😂 😃 😄 😅 😆 😇 😈 😉 😊 😋 😌 😍 😎 😏 😐 😑 😒 😓 😔 😕 😖 😗 😘 😙 😚 😛 😜 😝 😞 😟 😠 😡 😢 😣 😤 😥 😦 😧 😨 😩 😪 😫 😬 😭 😮 😯 😰 😱 😲 😳 😴 😵 😶 😷 🤔 😸 😹 😺 😻 😼 😽 😾 😿 🙀 🙈 🙉 🙊 🙅 🙆 🙇 🙋 🙌 🙏 ▸ 🎶 ⭐ 🌟 ✨ 🚨 ☝ ✋ ✌ 👎 👍 👌 👏 💔 💕 💖 💘 💢 💤 💥 💪 💩 🎁 💎 🍕 🍩 🍫 🐌 🐶 🐵 🎄 🎃 🎅 🌞 🔥 ❌ ❓ ❔ ❕ ❗ 💯